Salud mental = Salud física
Quizá una de nuestras mayores preocupaciones sea nuestro aspecto físico. Lucir un cuerpo esbelto, fuerte y sano se ha convertido en una de nuestras obsesiones. Luchamos por ellos acudiendo al gimnasio, a clases de pilates o a yoga. Pero no siempre es lo físico lo más importante. Hoy, en Espacio Z, te enseñaremos por qué la salud mental es igual de importante que nuestra salud física. Y cómo la primera ayuda a la segunda.
La salud mental se relaciona con el raciocinio y las emociones, y tiene un fuerte impacto en la manera en la que actuamos frente a hechos cotidianos. Estar mentalmente sanos significa conocernos a nosotros mismos, saber qué fallos tenemos, comprenderlos y mejorarlos. Para ello debemos hacer un ejercicio de reflexión y conocer cuáles son los prejuicios que tenemos frente a la salud mental.
No estar mentalmente sano no significa sufrir una enfermedad mental grave. El estrés, la difícil gestión de nuestras emociones y otras afecciones que atañen a la parte más espiritual del ser humano también influyen en que nuestra salud mental se deteriore. Podemos no estar tan sanos mentalmente como creemos sin ni siquiera darnos cuenta, por eso es muy importante contar con la ayuda de un profesional -psicólogos, psicoanalistas, etc- que nos ayuden a posicionarnos frente a nosotros mismos con claridad y a comprobar qué problemas tenemos y cómo solucionarlos.
El mayor de los problemas es que es difícil ver los cambios positivos que se generan tras estas prácticas en nuestra mente. Es algo intangible que no nos ofrece resultados visibles en un periodo corto de tiempo. Pero podemos solucionarlo. Tener una vida social plena, rodeados de amigos que nos quieren, una familia que se preocupe por nuestro estado y un trabajo que no nos aliene pueden ser grandes remedios para mejorar nuestra salud mental. Una buena práctica al respecto es no encerrarnos en nuestros problemas y verbalizarlos. Así conseguiremos que se vuelvan más reales y que podamos gestionar mejor sus soluciones.
Por supuesto, actividades intelectuales como la lectura, los ejercicios mentales matemáticos o el mero hecho de disfrutar de la cultura, ayudarán a que nuestra salud mental mejore cada día. También ayudará mantener una salud física estable y adecuada, ya que nos veremos mejor a nosotros mismos y paulatinamente desaparecerán nuestras inseguridades.
Al fin y al cabo en un caramelo, lo que importa es lo que contiene dentro, no el envoltorio.