Lo que no sabías sobre la reflexología
En mayor o menor medida, todos sufrimos alguna vez dolores musculares. Bien sea por la cada vez más habitual vida sedentaria, por esfuerzos forzados o por posiciones incorrectas de nuestro cuerpo, muchos días nos levantamos doloridos. Una alternativa son los masajes tradicionales, que vienen muy bien para tratar nuestras dolencias. Otra de ellas, quizá menos conocida, es la reflexología. Hoy, en Espacio Z, te hablaremos de esta terapia, en qué consiste y cuáles son sus ventajas a la hora de tratar nuestros músculos.
La reflexología es una técnica de masaje tradicional que nace, tal y como la conocemos ahora, a principios del siglo XX -aunque se dice que los egipcios y otras civilizaciones mucho más antiguas ya utilizaban esta práctica- y cuya terapia incide en los denominados ‘puntos réflex‘ del cuerpo humano. Estos son los pies, las manos, la nariz y las orejas. Estos puntos reflejos tienen conexiones entre ellos y otros órganos del cuerpo, como por ejemplo el estómago o la cabeza. Por tanto la reflexología puede ser un método muy eficaz a la hora de tratar dolencias como gastritis, cefaleas, asma o dolores menstruales, pero por supuesto, la reflexología también sirve para sanar dolores musculares.
Esta técnica se basa en el concepto chino del chi, que comparte también con otras técnicas como la acupuntura. Tradicionalmente se dice que el chi es la acumulación de energía que recorre el interior de nuestro cuerpo a través de unos canales denominados meridianos. Cuando el flujo del chi es alterado, las enfermedades tienen más posibilidad de aflorar y de proyectarse en las zonas reflejas del cuerpo. Por esto, estas zonas aumentan su sensibilidad, y la reflexología ayuda a eliminar ese desequilibrio de energía causante de nuestras dolencias.
La reflexología nos ayuda a controlar el estrés y mejora nuestra circulación sanguínea. También a prevenir y a tratar enfermedades de todo tipo activando nuestro sistema inmune y es un eficaz método contra el colesterol o la tensión arterial alta.
Y tú, ¿has probado ya a darte un masaje con nuestros reflexólogos? Si aún no lo has hecho… ¿A qué esperas?