El aceite de linaza y sus beneficios
En nuestra dieta habitual, incluimos multitud de tipos de aceite. De girasol, de oliva, de palma… Todos tienen algunos beneficios propios, pero hay un tipo de aceite que no es tan habitual en su uso y que contiene multitud de beneficios que mejorarán nuestra dieta y nuestra salud; el aceite de linaza. Hoy, en Espacio Z, os contamos algunos de estos beneficios.
El aceite de linaza o de lino viene de la planta Linum usitatissimum, y tiene un alto contenido en ácidos grasos como el omega3, omega6 y omega9. Es además un magnífico aderezo para nuestras ensaladas. Tiene un sabor ligeramente más amargo que el del aceite de oliva que combina a la perfección con el vinagre. Su fuente vitamínica proviene de las semillas de la planta, que son las que se prensan para obtener este aceite. Es rico en antioxidantes, micronutrientes y fibra. Es importante que, a la hora de comprarlo, nos fijemos si el primer prensado ha sido en frío, lo que optimizará sus nutrientes. Una vez lo tengamos a casa, es recomendable conservarlo en un lugar fresco donde no le dé el sol, dado que su velocidad de oxidación es más rápida que en otros tipos de aceite.
Este tipo de aceite contiene además una serie de propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. Es efectivo a la hora de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, ya que ayuda a que nuestras arterias no se obstruyan debido a la acumulación de sustancias grasas como el colesterol y otros, y se recomienda su uso en pacientes con diabetes o cáncer. También es efectivo en el tratamiento de enfermedades óseas como la osteoporosis o la artritis, y se ha demostrado que es eficaz como remedio de los trastornos neurológicos y autoinmunes.
¿Os apetece llevar a este nuevo compañero a vuestra casa? ¡Vuestro organismo lo agradecerá!